西语童话阅读:Enelcorral(2)

全国等级考试资料网 2022-12-04 06:18:13 44
-Se le ha metido Portugal en la mollera -dijo un patito ordinario, que era muy chistoso; y los otros de su clase celebraron mucho su ocurrencia y se acercaron atropelladamente, gritand ??guac!?. Enseguida trabaron amistad con el pajarillo.
-La portuguesa habla bien, hay que reconocerlo -dijeron-. A nosotros las palabras nos salen con dificultad del pico, pero interés sí tenemos. Y si nada podemos hacer por usted, al menos no lo aturdiremos con nuestra cháchara; y eso nos parece lo mejor de todo.
-Tiene usted una voz deliciosa -observó uno de los más viejos-. Debe de ser una gran dicha el poder hacer disfrutar a tantos. Yo confieso que el canto no es mi fuerte; por eso estoy con el pico cerrado, lo cual siempre vale más que decir tonterías, como tantos hacen.
-No lo molestes -dijo la portuguesa-. Necesita descanso y cuidados. -Pajarillo, ?quiere que vuelva a remojarlo?
-?Oh no, gracias, deje que me seque! -suplicó el interpelado.
-Pues, para mí, la hidroterapia es lo mejor -observó la portuguesa-. La distracción es también un buen remedio. No tardarán en venir a visitarnos las gallinas de al lado; hay entre ellas dos chinas que llevan pantalones; son muy cultas y distinguidas, y además son importadas, lo cual las eleva mucho en mi concepto.
Llegaron las gallinas, y con ellas el gallo, el cual estuvo muy cortés y no dijo groserías.
-Es usted un excelente cantor -dijo, iniciando la conversación- y sabe sacar de su voz todo el partido posible, habida cuenta de lo débil que es. Ahora, que, para revelar la virilidad mediante la potencia del canto, le haría falta una fuerza de locomotora.
Las dos chinas, al ver al pajarillo, quedaron embelesadas. Por efecto de la ducha recibida estaba el pobrecillo tan desgre?ado, que se parecía mucho a un pollito chino.
-?Es encantador! -exclamaron, acercándose para entrar en relación con él. Hablaban cuchicheando y en la lengua de la ?p?, que es la usada por los chinos distinguidos.
-Nosotras pertenecemos a su especie. Los patos, incluso la portuguesa, son aves acuáticas; seguramente ya lo habrá observado. Usted no nos conoce todavía, pero, ?cuántas relaciones tenemos y cuántos están impacientes por conocernos! Vivimos entre las gallinas, aunque nacimos para ocupar una barra más alta que la mayoría de las demás. Pero dejemos esto. Convivimos con las otras, cuyos principios no son los nuestros, sin meternos con nadie; procuramos ver sólo el lado bueno de las cosas, y hablamos únicamente de las acciones virtuosas, por difícil que sea encontrarlas donde no las hay. Mas hablando con franqueza, aparte nosotras dos y el gallo, no hay nadie en el gallinero que valga nada ni sea honorable. En cuanto a los habitantes del corral de patos, ándese con cuidado. Se lo advertimos, pajarito. ?Ve aquel derrabado de allá? No se fíe: es falso e insidioso. Aquel de plumas de colores, con un lunar en el ala, es pendenciero, y siempre quiere llevar la razón, a pesar de que no la tiene nunca. Aquel pato gordo de allá habla mal de todo el mundo, lo cual es contrario a nuestro temperamento. Si uno no tiene nada bueno que decir, debe cerrar el pico. La portuguesa es la única que posee cierta cultura y con quien se puede alternar, pero es muy apasionada y habla demasiado de Portugal.
-?Vaya modo de cuchichear esas chinas! -decían algunos patos-. Son unas pesadas; nunca hemos hablado con ellas.
En esto llegó el marido de la portuguesa, quien cometió la indelicadeza de tomar al pájaro cantor por un gorrión 相关资料

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