西语阅读素材:《一千零一夜》连载六
?A tu puerta espera de pie un escla-vo de tus ojos, acaso el más humilde de tus esclavos! ?Pero, conoce a su due?a! ?él sabe cuánta s su generosidad y sus bene-ficios! ?Y sobre todo, sabe cómo se lo ha de agradecer! Entonces ella le dijo ofreciéndole la copa: “Bebe, ?oh amigo mío! que la bebida, te aproveche y la digieras bien. Que ella te de fuerzas para el camino de la verdadera salud.” Y el mandadero cogió la copa, besó la mano a la joven, y una voz dulce y modulada cantó queda-mente estos versos: ?Yo ofrezco: a mi amiga un vino resplandeciente como sus mejillas, mejillas tan luminosas, que sólo la claridad de una llama podría compa-rarse con su espléndida vida! Ella se digna aceptarlo, pero me dice muy risue?a: “?Cómo quieres que beba mis pro-pias mejillas?” Y yo le digo: “?Bebe, oh llama de mi corazón! ?Este licor son mis lágri-mas, su color rojo mi sangre, y su mezcla en la copa es toda mi alma! Entonces la joven cogió la copa de manos del mandadero, se la llevó a los labios y después fue a sentarse junto a sus hermanas. Y todas em-pezaron a cantar, a danzar y a jugar con las flores exquisitas. Después siguieron bebiendo en la misma copa hasta que comenzó a anochecer. Las jóvenes dijeron entonces al manda-dero: “Ahora vuelve la cara y vete, y así veremos la anchura de tus hombros.” Pero el mozo exclamo: “?Por Alah, se?oras mías! ?Más fácil sería a mi alma salir del cuer-po, que a mí dejar esta casa! ?Junte-mos esta noche con el día, y ma?ana podrá cada uno ir en busca de su destino por el camino de Alah!” Entonces intervino nuevamente la joven proveedora: “Hermanas, por vuestra vida, invitémosle a pasar la noche con nosotras y nos reiremos mucho con él, porque es muy gracio-so.” Y dijeron entonces al mandade-ro: “Puedes pasar aquí la noche, con la condición de estar bajo nuestro dominio y no pedir ninguna explica-ción sobre lo que veas ni sobre cuan-to ocurra.” Y él respondió: “Así sea, ?oh se?oras mías!” Y ellas a?adie-ron: “Levántate y lee lo que está es-crito encima de la puerta.” Y él se levantó, y encima de la puerta vio las siguientes palabras, escritas con letras de oro: No hables nunca de lo que no te importe, si no, oirás cosas que no te gusten. Y, el mandadero dijo: “?Oh se?o-ras mías os pongo por testigo de que no he de hablar de lo que no me importe” En este momento de su narración, Schahrazada vio aparecer la ma?a-na, y se calló discretamente. PERO CUANDO LLEGó LA 10a NOCHE Doniazada dijo: “?Oh hermana mía! acaba la relación.” Y Schalhra-zada contestó: “Con mucho agrado, y como un deber de generosidad.” Y prosiguió: He llegado a saber, ?oh rey pode-roso! que cuando el mandadero hizo su promesa a las jóvenes, se levantó la proveedora, colocó los manjares delante de los comensales, y todos comieron muy regaladamente. Des-pués de esto, encendieron las velas, quemaron maderas olorosas e incien-so, y volvieron a beber y comer todas las golosinas compradas en el zoco, sobre todo el mandadero, que al mismo tiempo decía versos, cerrando los ojos mientras recitaba y moviendo la cabeza. Y de pronto se oyeron fuertes golpes en la puer-ta, lo que no les perturbó en sus placeres, pero al fin la menor de las jóvenes se levantó, fue a la puerta, y luego volvió y dijo: “Bien llena va a estar nuestra mesa esta noche, pues acabo de encontrar junto a la puerta a tres ahjam con las barbas afeitadas y tuertos del ojo izquierdo. Es una coincidencia asombrosa. He visto inmediatamente que eran ex-tranjeros, y deben venir del país de los Rum. Cada uno es diferente, pero los tres son tan ridículos de fisonomía, que hacen reír. Si los hiciésemos entrar nos divertiríamos con ellos.” Y sus hermanas acepta-ron, “Diles que pueden entrar; pero entérales de que no deben hablar de lo que no les importe, si no quieren oír cosas desagradables.” Y la joven corrió a la puerta, muy alegre, y volvió trayendo a los tres tuertos. Llevaban las mejillas afei-tadas, con unos bigotes retorcidos y tiesos, y todo indicaba que perte-necían a la cofradía de mendicantes llamados saalik. 相关资料 |