西班牙语经典:一千零一夜(25)
Abrí entonces las puertas y saqué los tres mil dinares del escondrijo. Luego abrí mi tienda, y después de hacer las visitas necesarias y los saludos de costumbre, compré nue?vos géneros. Llegada la noche, cerré la tienda, y al entrar en mis habitaciones en?contré estos dos lebreles que estaban atados en un rincón. Al verme se levantaron, rompieron a llorar y se agarraron a mis ropas. Entonces acu?dió mi mujer, y me dijo: “Son tus hermanos. “Y yo le dije: “?Quién los ha puesto en esta forma?” Y ella contestó: “Yo misma. He rogado a mi hermana, más versada que yo en artes de encantamiento, que los pu?siera en ese estado. Diez a?os per?manecerán así”. Por eso, ?oh efrit poderoso! me ves aquí, pues voy en basca de mi cu?ada, a la que deseo suplicar los desencante, porque van ya transcu?rridos los diez a?os. Al llegar me encontré con este buen hombre, y cuando supe su aventura, no quise marcharme hasta averiguar lo que sobreviniese entre tú y él. Y este es mi cuento.” El efrit dijo: “Es realmente un cuento asombroso, por lo que te con?cedo otro tercio de la sangre desti?nada a rescatar el crimen.” Entonces se adelantó el tercer jei?que, due?o de la mula, y dijo al efrit: “Te contaré una historia más maravillosa que las de estos dos. Y tú me recompensarás con el resto de la sangre.” El efrit contestó: “Que así sea.” Y el tercer jeique dijo: 相关资料 |