西班牙语经典:一千零一夜(30)
Al ver aquello, pensó el hermano del rey: “?Por Alah! Más ligera es mi calamidad que esta otra.” Inme?diatamente, dejando que se desvane?ciese su aflicción, se dijo: “?En ver?dad, esto es más enorme que cuanto me ocurrió a mí!” Y desde aquel momento volvió a comer y beber cuanto pudo. A todo esto, el rey, su hermano, volvió de su excursión y ambos se desearon la paz íntimamente. Luego el rey Schahriar observó que su her?mano el rey Schalizaman acababa de recobrar el buen color, pues su semblante había adquirido nueva vida, y advirtió también que comía con toda su alma después de haberse alimentada parcamente en las pri?meros días. Se asombró de ello, y dijo: -”Hermano, poco ha te veía amarillo de tez v ahora has recupe?rado los colores. Cuéntame qué te pasa.” El rey le dijo: “Te contaré la causa de mi anterior palidez, pero dispénsame de reterirte el motivo de haber recobrado los colores.” El rey replicó: “Para entendernos, relata primeramente la causa de tu pérdida de color y tu debilidad.” Y se expli?có de este modo: “Sabrás, hermano, que cuando enviaste tu visir para requerir mi presencia, hice mis pre?parativos de marcha, y salí de la ciu?dad. Pero después me acordé de la joya que te destinaba y que te di al llegar a tu palacio. Volví, pues, y encontré a mi mujer y a un esclavo negro departiendo con gran fami?liaridad. Los maté a los dos, y vi?ne hacia ti, muy atormentado por el recuerdo de tal aventura. Este fue el motivo de mi primera palidez y de mi enflaquecimiento. En cuan?to a la causa de haber recobrada mi buen color, dispénsame de mencio?narla.” 相关资料 |