西语故事:水井与钟摆-12
原文: Furiosamente, intenté libertar con violencia mi brazo izquierdo.Estaba libre solamente desde el codo hasta la mano.únicamente podía mover la mano desde el plato que habían colocado a mi lado hasta mi boca; sólo esto, y con un gran esfuerzo.Si hubiera podido romper las ligaduras por encima del codo, hubiese cogido el péndulo e intentado detenerlo, lo que hubiera sido como intentar detener una avalancha. Siempre mas bajo, incesantemente, inevitablemente más bajo. Respiraba con verdadera angustia, y me agitaba a cada vibración. Mis ojos seguían el vuelo ascendente de la cuchilla y su caída, con el ardor de la desesperación más enloquecida; espasmódicamente, cerrábanse en el momento del descenso sobre mí.Aun cuando la muerte hubiera sido un alivio, ?oh, qué alivio más indecible! Y, sin embargo, temblaba con todos mis nervios al pensar que bastaría que la máquina descendiera un grado para que se precipitara sobre mi pecho el hacha afilada y reluciente. Y mis nervios temblaban, y hacían encoger todo mi ser a causa de la esperanza. Era la esperanza, la esperanza triunfante aún sobre el potro, que dejábase oír al oído de los condenados a muerte, incluso en los calabozos de la Inquisición. Comprobé que diez o doce vibraciones, aproximadamente, pondrían el acero en inmediato contacto con mi traje, y con esta observación entróse en mi ánimo la calma condensada y aguda de la desesperación. Desde hacía muchas horas, desde hacía muchos días, tal vez, pensé por primera vez.Se me ocurrió que la tira o correa que me ataba era de un solo trozo. Estaba atado con una ligadura continuada. La primera mordedura de la cuchilla de la media luna, efectuada en cualquier lugar de la correa, tenía que desatarla lo suficiente para permitir que mi mano la desenrollara de mi cuerpo.?Pero qué terrible era, en este caso, su proximidad! El resultado de la más ligera sacudida había de ser mortal. Por otra parte ?habrían previsto o impedido esta posibilidad los secuaces del verdugo? ?Era probable que en el recorrido del péndulo atravesasen mi pecho las ligaduras? Temblando al imaginar frustrada mi débil esperanza, la última, realmente, levanté mi cabeza lo bastante para ver bien mi pecho. 英译: I struggled violently, furiously, to free my left arm. This was free only from the elbow to the hand. I could reach the latter, from the platter beside me, to my mouth, with great effort, but no farther. Could I have broken the fastenings above the elbow, I would have seized and attempted to arrest the pendulum. I might as well have attempted to arrest an avalanche! Down -- still unceasingly -- still inevitably down! I gasped and struggled at each vibration. I shrunk convulsively at its every sweep. My eyes followed its outward or upward whirls with the eagerness of the most unmeaning despair; they closed themselves spasmodically at the descent, although death would have been a relief, oh! how unspeakable! Still I quivered in every nerve to think how slight a sinking of the machinery would precipitate that keen, glistening axe upon my bosom. It was hope that prompted the nerve to quiver -- the frame to shrink. It was hope -- the hope that triumphs on the rack -- that whispers to the death-condemned even in the dungeons of the Inquisition. I saw that some ten or twelve vibrations would bring the steel in actual contact with my robe, and with this observation there suddenly came over my spirit all the keen, collected calmness of despair. For the first time during many hours -- or perhaps days -- I thought. It now occurred to me that the bandage, or surcingle, which enveloped me, was unique. I was tied by no separate cord. The first stroke of the razorlike crescent athwart any portion of the band, would so detach it that it might be unwound from my person by means of my left hand. But how fearful, in that case, the proximity of the steel! The result of the slightest struggle how deadly! Was it likely, moreover, that the minions of the torturer had not foreseen and provided for this possibility! Was it probable that the bandage crossed my bosom in the track of the pendulum? Dreading to find my faint, and, as it seemed, in last hope frustrated, I so far elevated my head as to obtain a distinct view of my breast. 相关资料 |